sábado, 10 de octubre de 2015

MANUELA CARMENA EN SAN BLAS-CANILLEJAS



Como las bandas de rock a la antigua usanza. La alcaldesa Manuela Carmena llegó a la Junta de distrito de San Blas-Canillejas en una furgoneta, acompañada de Inés Sabanés, concejala de Medio Ambiente y Movilidad, y algunos miembros de su equipo. En la avenida de Arcentales le esperaban,
a pie de calle la concejala presidenta del distrito, Marta Gómez, y representantes vecinales. Más allá, el concejal de Desarrollo Urbano, José Manuel Calvo. Para entonces, Ignacio Murgui, coordinador de Distritos, estaba en camino desde la Junta de Moratalaz. Había nervios porque nadie quería que la visita se convirtiese en un 'show'. Y parece que funcionó. La primera edil entró en las instalaciones de la Junta ("que para sí quisiera Nueva York", le espetaba más de uno) y departió unos instantes con el personal de limpieza, con el que charló de cooperativas y el trabajo para el Consistorio. Mientras tanto, en la calle, se organizaba una caravana de coches particulares personal municipal, miembros de la FRAVM y las plataformas vecinales, y la escolta que, a su pesar lleva la alcaldesa. Antes de subirse a los coches, Carmena, Calvo y Gómez, hablaron de la Peineta y la posible cesión del Centro Acuático al Atlético de Madrid. Hablaron de la ciudad deportiva del club colchonero y de la necesidad de utilizar una parcela cercana al complejo deportivo como aparcamiento, subterráneo o no, para no saturar los días de partido el barrio de Las Musas. Asimismo, se habló de las conversaciones con el Ministerio de Fomento para habilitar una salida directa a la zona del estadio desde la M-40 que evite colapsos en la rotonda de salida a la avenida de Arcentales. La caravana se puso en marcha y los coches apenas bordearon estas macroinstalaciones deportivas. La mañana les deparaba una joya casi escondida y, hasta hace poco, abandonada en plena calle Alcalá: la finca de Torre Arias. Uno por uno, la regidora fue conociendo el trabajo de los jardineros que están, poco a poco, resucitando desde hace más de un año la enorme finca de su abandono. Han desenterrado parterres debajo de metros de maleza, están recuperando viveros centenarios, han desarrollado un huerto solidario con los parados del barrio, jalonando un precioso tapiz de flores y plantas aromáticas. Sin embargo, el mayor proyecto pasa por recuperar el palacete, junto al que la ya difunta condesa viuda de Torre Arias, Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, construyó un bungalow para pasar sus últimos meses de vida. Tanto los interiores como las caballerizas, que llegaron a competir en el siglo XIX con las de los reyes, requieren un profundo proceso de rehabilitación. La regidora, Sabanés y Gómez se pusieron de plazo octubre del próximo año para tener en las mejores condiciones posibles el ámbito. De allí, la comitiva partió hacia la plaza Cívica, donde charló con vecinos que le hicieron numerosas preguntas sobre la gestión de la ciudad y criticaron su falta de celeridad a la hora de limpiar todos los barrios de la capital. Autor: Miguel Villalba (Madridiario)


 









 


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