Jardineros municipales con espíritu regeneracionista
QUINTA TORRE ARIAS
Jardineros municipales con espíritu regeneracionista
Daniel Liébana, Olga Aranda y Heráclito Labrador
(Tito) son tres jardineros municipales que trabajan en la plantilla de la
Quinta de Torre Arias desde que fue recepcionada por el Ayuntamiento. Los tres están
comprometidos con el parque histórico, pero no solo en su restauración o
rehabilitación, el objetivo es recuperar el esplendor del siglo XVI y
democratizar el uso ornamental y agrícola de una finca que solo disfrutaron los
grandes de España.
Entre plantones, invernaderos y huertas nos reciben los jardineros municipales en la Quinta de Torre Arias con una alfombra de praderas verdes en los primeros días de invierno, sin apenas intervención de la mano del hombre durante décadas. “Queremos conservar la Quinta como en origen, incluso sin segar la pradera, que la naturaleza siga su curso y sin utilizar venenos, pero claro hay otras perspectivas en la plantilla y los jefes también imponen su criterio”, comienzan diciendo.
Igual que los dos invernaderos, que al principio se
rellenaban con estiércol formando una cama caliente con sustrato de cultivo y
el perímetro acristalado para evitar las heladas. “Lo invernaderos de Torre
Arias producían miles de plantas en flor, y suministraban a otras quintas de
Madrid. El Plan Especial del anterior equipo de Gobierno incluía cargarse un
invernadero y no lo podíamos permitir, tenemos que darles el valor que se
merecen”, explica Daniel.
Según los testimonios históricos, la anterior
propietaria Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, disfrutó de las estufas en los
invernaderos con tubos de hierro y un circuito de calefacción por agua caliente
muy eficaz, geotermal, con ventilación natural y ecológicamente sostenible,
allí pasaba los inviernos con austeridad.
A Daniel, Olga y Tito se les nota su amor por la
Quinta, son jardineros voluntarios con perspectivas e iniciadores de un proceso
de conservación que da continuidad al trabajo de la Condesa de Torre Arias. “En
esta Quinta las cosas no se hacían por que sí, todo estaba meditado y enfocado
a producir, es también un Finca de Recreo y esa dualidad de sentido
ecológico y lógico ha perdurado hasta nuestros días”.
Huerta
ecológica y comida sana
Los jardineros son los iniciadores de zonas nuevas
como la huerta, un planteamiento muy osado, aunque siempre tuvieron en cuenta
el
carácter agrícola. La huerta tiene alrededor de 200 m2 y en
verano se plantan tomates, pimientos, berenjenas, calabacines, calabazas y
tomates de cáscara; en invierno acelgas, coles o zanahorias.
“Nos interesan mucho la plantaciones en entornos
urbanos, en este sentido los Acuerdos de Milán son claros en cuanto a producir
comida sana y en Torre Arias se dan todas las condiciones con un suelo fértil
apenas tocado durante siglos”, apunta Olga Aranda. Sus labores son de desbroce,
limpieza, retirada de vegetación espontánea y tala de árboles enfermos o
plantas invasivas junto a edificios. Pero también han limpiado y recuperado las
caceras de riego, muy deterioradas.
“Falta un estudio del agua y recuperar el plan
hidrológico de la Quinta, un asunto muy estudiado por Adrian Woods, que
pertenece a la Asociación Plataforma Ciudadana Quinta de Torre Arias”, igual
que nuestros protagonistas.
La APCQTA propone un cambio de conceptos novedosos,
compatibles con la rehabilitación y la implantación de una agricultura orgánica
(regenerativa) con plantas no solo ornamentales y recogiendo la producción por
ejemplo de los almendros. “Se trata de minimizar costes y que los frutales sean
comestibles con árboles que absorban el CO2. Estamos vigilantes y
somos reivindicativos, queremos que Torre Arias sea el inicio de una nueva
política en defensa del Medio Ambiente coincidiendo con el Año de la Cumbre
Climática", finalizan.
Fuente: http://www.paginadeldistrito.com/medioambiente.html
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